6 de noviembre de 2014

London 2013... Revisited (Parte 1)

Hace algo más de un año, tras un largo tiempo intentando convencer a mi amigo Juan Carlos, nos decidimos a volver a mi ciudad europea favorita, la capital de Reino Unido, Londres.

Parece que hubiera sido hace años, pero yo lo recuerdo como si fuera ayer mismo, igual de nítido en mi cabeza. Desde pensarlo, elegir fechas y todo lo demás, se nos sumó un extra: el más grande fan del Fulham en España: Daniel.

Coger un vuelo y un hotel por separado y después cambiar de opinión y cogerlo todo junto, cambiar el dinero y esperar los dos meses y pico hasta que nos fuimos pasó lento, muy lento, y obviamente se me hizo largo, muy largo.

Aunque ya había estado en Inglaterra antes, al llegar me sentí raro, como en otro mundo, no sabría definirlo. Quizá por ser un país del que estoy enamorado desde hace tiempo y que quizá en un futuro me dé algo me hizo sentirme así. Llegar a Heathrow y montarnos en el Underground significaba empezar esta travesía por tierras británicas.

Hora y pico después de coger la linea azul oscuro del Underground desde el aeropuerto, llegamos a nuestro destino: el barrio de Edgware Road, al noroeste de Londres. Nos alojamos en un hotelito de 3 estrellas regentado por una familia de indios (de la India). No era casualidad, este barrio es uno de los más multiculturales dentro de la ya impresionante multiculturalidad de Londres. Era algo normal.
En el hotel nos tocó una habitación en la segunda planta, algo pequeña para 3, con su televisión de pantalla plana y su baño. No nos importó en absoluto.

Recuerdo ese primer día como si hubiese sido ayer, un ayer que se viene a mi cabeza con música de The Cure, de Queen y de los Rolling Stones, y quizá algo de The Beatles, aunque no estuviese esta vez en Liverpool. Quizá por Londres sea por lo que me gusta tanto la música británica.

Recuerdo que esa tarde, después de dejar las maletas, comprarnos unos refrescos (recuerdo que fueron unas ´Mirindas´) y sacamos las tarjetas de transporte de Londres (que aún conservo y que no dudaré en volver a usar cuando regrese). Después nos fuimos a la zona de Paddington, al lado del hospital y de la comisaría de policía. Más tarde, nada mejor que acabar el día en Hyde Park, cruzando de un lado a otro, y ponerse enfrente del imponente Royal Albert Hall. El destino quiso que nos pillase la lluvia al llegar a "nuestro" barrio, pero por suerte no nos mojamos.

Había que volver por Hyde Park, eso pasaría días más tarde, aún nos quedaban 6.

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